Si estas pensando contratar un SEGURO DE VIDA para ti y tu familia, es importante que tomes en cuenta los siguientes elementos antes de hacerlo.
Debes considerar:
La suma asegurada
Se refiera a la cantidad de dinero que
recibirá tu familia o beneficiario(s) si llegaras a faltar. Es importante que
al establecer este monto en tu seguro tomes en cuenta:
- El número de personas que dependen de ti y sus edades.
- ¿A cuánto ascienden los gastos de tu casa cada mes?
- En caso de que alguien estudie o vaya hacerlo, ¿cuál es el monto de los gastos de educación?
- Tu sueldo mensual.
Con esto tendrás un panorama de los
gastos reales y futuros de tu familia o beneficiario(s), y podrás asegurarte
por una cantidad que garantice que el nivel de vida de los mismos no se verá
deteriorado tras tu ausencia. Elige una suma asegurada acorde a tu capacidad de
pago.
La prima
Es el precio de tu seguro. No siempre el
que cuesta más es el mejor, verifica las condiciones y los beneficios
adicionales que ofrece cada institución. Su costo (prima) depende de la suma
asegurada, tu edad, sexo, actividades que realices, estado de salud y otras
coberturas adicionales contratadas.
Las coberturas
Es lo que sí te cubre tu seguro. La
principal es el fallecimiento. Puedes encontrar otras adicionales como:
invalidez, pérdidas orgánicas, gastos funerarios, enfermedades terminales,
entre otras.
Los beneficiarios
Quienes perciben la indemnización en el
caso previsto por la póliza. Presta especial atención cuando designes a tus
beneficiarios:
- Escribe el nombre completo de forma clara y precisa, especificando el porcentaje de la suma asegurada que le corresponde a cada uno (verifica que el porcentaje sume 100%)
- No elijas como beneficiarios a menores de edad.
- No designes beneficiarios que cobren la suma asegurada y se la entreguen a otra persona, pues su obligación será sólo moral.