jueves, 26 de julio de 2018

EN QUE CONSISTE UN SEGURO DE HOGAR



El seguro de hogar debe cubrir los daños materiales en el hogar, como los desperfectos causados por el agua, cristales rotos, daños causados por incendio, explosión o los causados por los fenómenos atmosféricos, también los daños derivados de cortocircuitos eléctricos, de averías diversas o robos.
Dicho seguro también debe cubrir los daños por la responsabilidad civil originada por daños o lesiones que se puedan causar a otras personas o a sus bienes desde la vivienda del asegurado, como por ejemplo la caída de objetos desde las ventanas o balcones, dejar un grifo abierto que inunde un piso inferior, etc. 

Entonces la responsabilidad civil cubre las reparaciones y las indemnizaciones que el asegurado tenga que pagar a otras personas por los desperfectos que les ocasione.

Cuando contratamos un seguro de hogar, nos planteamos en muchas ocasiones qué es lo que estará cubierto y qué no. Las coberturas que nos ofrecen diferentes tipos de pólizas que se incluyen para proteger una vivienda son realmente diferentes y engloban un extenso conjunto de distintas características.

Dependiendo del tipo de vivienda y el uso que se le vaya a dar, hay distintos tipos de pólizas que se adaptan más o menos a las necesidades de los contratantes, dado que por ejemplo la necesidad de protección no va a se la misma si se vive de alquiler o si se tiene casa propia. Tampoco será igual si se trata de la vivienda habitual o si es  una casa de verano.


Es importante entender que las coberturas de un seguro de hogar se configuran en torno a dos conceptos: continente y contenido.

Continente y contenido


El continente comprende la vivienda en sí misma, su estructura física y dimensiones. Como ejemplo del continente podemos decir que en el vienen incluidas las paredes, puertas, armarios empotrados, el baño, etc.)

Por el contrario el contenido engloba lo que en la vivienda se contiene, es decir, todo tipo de posesiones del asegurado que se encuentren dentro de las paredes de la vivienda. Por ejemplo los muebles, los cuadros y electrodomésticos forman parte del contenido

Si vivimos de alquiler, probablemente solo nos preocupemos por el contenido. Pero si de lo contrario somos los propietarios de la vivienda, posiblemente tendremos que contratar las dos coberturas para conseguir la mejor protección.